En muchas instalaciones, sobre todo de tamaño pequeño, lo habitual es aplicar el mantenimiento correctivo: es decir, llamar al técnico cuando algo no funciona correctamente.
Planificar el mantenimiento
Asignar una prioridad a cada uno de los elementos de la instalación y establecer cómo y cuando se llevará a cabo su mantenimiento.
Planificar los cambios
Establecer un protocolo de actuación de cara a la sustitución de cualquiera de los elementos de la instalación, teniendo en cuenta cómo afectaría su ausencia al resto del sistema.
Mantener actualizada la documentación
Es muy buena costumbre el documentar todas las operaciones de mantenimiento que se realicen sobre la instalación
Establecer plantillas y procedimientos
Cuando la red se modifica, conviene adoptar los mismos criterios que se han venido siguiendo desde que se creó la primera instalación.
Monitorizar la red
Al planificar el mantenimiento se habrán identificado los puntos críticos de la instalación.
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